The Light Brigade es un videojuego al que le tenía cierto interés, pero aún así, me ha sorprendido y mucho, cuando lo he jugado. Me atrevo a decir, a estas alturas del año, que estamos ante una de las sorpresas de la VR de este 2023, y aquí voy a contar el porqué.
Dark Souls conoce a Zelda
Como el nombre del juego ya nos dice, pertenecemos a la brigada de luz, en un mundo sombrío, decadente, místico y bonito, para engañarnos. The Light Brigade, es como si mezclaran el concepto de Dark Souls y el del Zelda Breath of the Wilds, en lo que aspecto se refiere. Los personajes que salen, incluso sin voz, transmiten cierto carisma, aunque realmente, no son relevantes, pero potencia ese contexto del mundo.
El género es un Rogue Like que mezcla, poderes mágicos, con armas de la segunda guerra mundial, genialmente recreadas y siendo muy satisfactorio su uso. Como es común en su género, nos adentraremos en escenarios creados de forma procedural, donde iremos enfrentándonos a enemigos cada vez más duros, penalizando cualquier paso en falso que demos con la muerte, y ojo con esto, porque cuando mueres, todo lo que llevas recorrido, lo pierdes, lo único que permanece es la experiencia que has conseguido “purificando almas”.
Todo es cuestión de mejorar
The Light Brigade cuenta con un sistema de progresión variado. Durante nuestras batallas, podemos ir recolectando almas de los enemigos abatidos, e incluso aparecen otros jugadores que han muerto en el lugar, permitiéndonos reclamar sus almas. Estas almas, al final de cada nivel, podemos purificarlas, transformándose directamente en puntos de experiencia que solo afectará a la clase con la que estemos jugando, porqué sí, el juego cuenta con diferentes clases, con armas diferentes, que tendremos que ir subiendo de nivel de forma independiente.
The Light Brigade me ha enamorado
The Light Brigade es un Rogue Like, tremendamente adictivo, bien desarrollado, que siempre tendremos la sensación de que en la siguiente partida, veremos algo nuevo. Un título disponible en la reciente PSVR 2, que tenéis análisis aquí mismo, en SteamVR y en Quest 2 de forma nativa. Para mí, un imprescindible.
En el pasado fui jugador profesional de videojuegos, actualmente creador de contenido. La realidad virtual abrió un nuevo mundo para mi, haciéndome vivir lo que antes me encantaba jugar.
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